La soledad nos ladra
La soledad, blande sus dedos largos
aprieta la yugular
hasta saltar la sangre
por entero.
Acaso
es esa puerta azul,
ese ruido que se oye
en la calma.
La puerta roja del deseo…
La soledad, nos ladra como un perro
clava sus ojos de lámpara
en la noche
del miedo.
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